Mi vida durante los últimos años se ha basado en una lucha constante contra los elementos por mantener el rumbo que no siempre he tenido del todo claro. Las olas del mar chocaban con mi barco, y el viento huracanado golpeaba la tela de las velas, mientras me cansaba de luchar y sangrar por todas las heridas que marcaban mi cuerpo. Ya todo eso pasó.
Ya hace meses ya que los elementos se amansaron y mis músculos se desarrollaron para controlar las tempestades. Mi mente, clara y serena, no pierde el control en este mar nunca más. Soy mucho mejor que antes y más preparado para luchar en esta vida.
Lo mejor de todo es que las nubes que antaño cubrían el cielo se fueron para no volver, y los vientos se convirtieron en una suave brisa que acaricia mi cuerpo para mimarlo.
La vida realmente me trata muy bien. Después de algún tiempo intentando avanzar y cruzar millas hasta mi destino, me hallo ahora mucho más cerca, en ese lado del mar donde el sol brilla y las aguas permanecen calmadas. Estoy en un momento dulce donde mi única misión es disfrutar de las recompensas del esfuerzo realizado: Rodajes, viajes a Gran Canaria, Barcelona, París, Evian, el reconocimiento, promesas a punto de cumplirse y nuevos integrantes en mi flota.
Vivir así da gusto!
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