miércoles, 17 de febrero de 2010

Te guardaré el secreto

Hoy he estado bastante ocupado, pues he invertido mis horas en crear algo muy especial. Es un regalo únicamente para ti. Mira. Es un pequeño cofre de diseño sencillo, pero con una misión muy especial. Lo he fabricado para guardar tus secretos, así jamás podrán escaparse entre mis labios.

Es discreto y pequeño, para llevarlo siempre encima y que nunca nadie lo pueda notar. Es acolchado por dentro, para que por muy sonado que sea aquello que guarde, su eco nunca vuele más allá de sus cuatro paredes. Además, esta pequeña caja fuerte tiene la cerradura de plata, donde sólo una única llave será la que lo abra. La tuya propia.

De esta forma, nunca tendrás reservas para confiarme lo que sientes o temes porque, me cuentes lo que me cuentes, mis labios estarán sellados.

lunes, 15 de febrero de 2010

Tengo un amigo gay...

Cómo nos llenamos la boca hablando de nuestros *amigos gays*. Son como una especie en extinción o una mascota exótica. Gracias a ellos somos más cosmopolitas, más del siglo XXII. Modernos y actuales, somos más trendies, más fashion... Desgraciadamente a esas mascotitas no las dejamos vivir en paz.

Cuando no tienes novio, buscan en su red social de *tengo un amigo gay* para buscarte a un candidato con el que emparejarte. Da igual que sea gordo, alto, gótico, rubio, calvo o un friki consumado, pero al menos es gay, así que "es perfecto para ti". Es una manera de "hacer algo por nuestros pequeños amigos gays".

Hagamos la prueba a la inversa, y preparemos citas a ciegas para nuestros amigos únicamente por el hecho de ser heterosexual, y ya verás las caras de ... ¿alegría?

Cuando tienes novio, siempre queremos conocerlo, aunque hayan pasado años desde la última vez que viste a tu querido amigo gay. Es muy IN quedar con un amigo gay a conocer a su novio, y claro, nadie  quiere quedarse atrás en la moda.

También todos quieren hacerse con *los poderes de los gays* como conjuntar bien la ropa, ser guapo por el hecho de ser gay y rodearse de chicas....

SEÑORES, SER GAY ÚNICAMENTE IMPLICA QUE TE GUSTEN PERSONAS DEL MISMO SEXO, NO IMPLICA NI SER AFEMINADO, NI QUE SEAS UN INVÁLIDO A LA HORA DE BUSCARTE UNA RELACIÓN, NI ERES UN COMPLEMENTO O UN MODISTO PROFESIONAL.

sábado, 13 de febrero de 2010

Estoy liado..

Personas que llevan semanas desaparecidas que no se dignan a tomar un café, amigos que se esfuman sin dejar una nota. Todos tenemos gente así a nuestro alrededor. Cuando casualmente las ves, siempre resuenan frases como estas:

"No he tenido tiempo" "No sabes el lio que tengo" ... Frases como esas se acumulan en el saco de excusas para no quedar, que crece a medida que pasa el tiempo.

Me compadezco bastante de esa gente que habla de su esclavitud ante el reloj, y lo apretada que anda su agenda. Estoy seguro que esos *amigos* tienen incluso más tiempo libre que yo, pero que no les da la gana organizarse.

La vida es una cuestión de prioridades. Seguro que no se olvidan de comer, dormir, trabajar o ver a sus parejas a diario. Si no eres capaz de encontrar hueco para mí... simplemente es que no soy tan importante...

Al final, lo verdaderamente importante es que mi vida sigue a todo tren, y quien quiera subirse a él, bienvenido es. El resto que se quede en el andén esperando...

domingo, 7 de febrero de 2010

Familiar Strangers

Es irónico pensar que las personas que más cerca están de uno, puede que sean las que menos te conozcan. Seres queridos y con los que compartes años de convivencia y experiencia, pero que finalmente no suponen sino una huella en el camino andado. Dos planetas que una vez compartían una órbita y ahora giran alrededor de distintos soles.

Me siento como un extraño cuando nos sentamos en la misma mesa, como si habláramos distintos idiomas. Por mucho que ellos se intenten esforzar en entender lo que yo vivo, mis días y mis experiencias, siento que es un intento de lanzar un cabo en busca de algún tipo de amarre. Lo mismo que me pasa a mí con ellos.

Lo normal en la adolescencia es ir *a tu bola* y pasar el menor tiempo con la familia, donde los amigos se convierten en el fortín donde descargar tu vida, tus vivencias... ¿Pero qué pasa cuando una vez llegados a la vida adulta, sigue pasando lo mismo? Esa necesidad de independencia, de querer formar un nuevo camino sólo para mí, tan estrecho que mis padres sólo puedan mirar de lejos. Es curioso que ahora que no hay secretos con mis padres, menos complicidad hay.

Extraños en la misma mesa, compañeros silenciosos de una casa que dejamos el tiempo pasar mientras nuestros pasos nos alejan.

jueves, 4 de febrero de 2010

¡Dale cuerda!

"Despacio, sin forzar el mecanismo. No pares, que si no se oxida..."

Anoche soñé que era un humilde juguetero. De esos, de los de antes que fabricaban sus juguetes a mano. Coches, animales y cientos de cosas que se pasaban por mi imaginación. Perros que saltaban, bólidos que en cuanto se activaban corrían hasta el infinito, barcos que surcaban los siete mares o pájaros que saltaban alegremente mientras piaban su dulce canción.

Lo que más me fascinaba de mi trabajo eran los mecanismos que instalaba en cada juguete. Cada uno era distinto y siempre procuraba mejorarlos. Mi sueño era hacer los mejores animales, los vehículos más veloces y sobre todo, aquellas creaciones que hicieran más felices a los niños.

Por las noches, leía los manuales de los relojes suizos. Esos que decían que nunca se rompían y que eran los más precisos para aplicar mis estudios a mi pasión. Algunas noches me descubría soñando en nuevas ideas que me desvelaban a medianoche con ansias de ponerlas en práctica. 
Realmente amaba mi trabajo

La verdad es que mi cometido era bien apreciado por los niños del lugar, que premiaban mis juguetes con sonrisas y monedas. Con el tiempo, me daba cuenta de que su disfrute y sus palabras eran suficiente recompensa para mí, pues sus risas provocaban en mí un calor tan agradable que me servía para motivarme en un intento por sorprenderles cada vez más.

En mi haber tenía cinco juguetes: Los más preciados de mi colección. En ellos volcaba mi tiempo libre. Dos de ellos eran obras maestras, que con sólo ponerlos en funcionamiento, servían para hacerme feliz y activar la inspiración a veces bastante perezosa. Los otros eran réplicas burdas de mis dos grandes creaciones, a los que cada día procuraba mimar, con la ilusión de aprender a crear muchos juguetes maravillosos, de tal forma que me convertiría en el mejor juguetero del mundo...

Cuando me desperté, me di cuenta de los paralelismos que existían con mi realidad, y me dispuse a seguir dándole cuerda a mi mundo, en busca del engranaje perfecto...