Los días del calendario van acercando esa fecha que aun hoy sigue siendo una incógnita, pero afortunadamente cada día que pasa el miedo se va transformando en ilusión. Siento que las alas van creciendo a mis espaldas, y pronto serán lo suficientemente grandes para que todos las puedan ver, y ese miedo que me aprisionaba el estómago se van convirtiendo paulatinamente en rugidos de hambre por comerse el mundo.
Ansias por ver más allá, por saber y seguir creciendo. Descubrir un futuro que sólo a mí me pertenece y continuar forjando esa increíble historia que es mi vida. Ya no tengo miedo a fracasar, sino ganas de triunfar, por desvanecer esa niebla que oculta la que será mi ciudad y clavar mi bandera en lo alto de sus edificios.
¡Casi falta un mes y no puedo reprimir mis ansias por volar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario