sábado, 31 de octubre de 2009

El Gato y el Sapo (Fin de la Primera Parte)


El gato y el sapo por fin se lograron entender. Después de largas persecuciones por los pantanos, ambos decidieron rendirse a la complicidad, a los buenos ratos y, sobre todo, a la evidencia.

Lavado de cara

Con esta nueva filosofía de vida, tengo más tiempo para mis cosas. En conclusión, aparte de 4 entradas seguidas al blog, he cambiado el look de la página en algo más parecido a lo que realmente siempre he querido hacer con él.

Quizás es un poco tristón y apagado, pero hace juego con la foto y, sinceramente, también con la temática del blog, que tiende a ser melodramático. Para los pocos lectores que tengo, que disfruten de este lavado de cara.

STOP & RESET

Esta es la nueva receta que estoy aplicando a mi vida, por si les apetece probar:

Frenar implica dejar de correr innecesariamente para llegar a todo y para todos.
Parar supone tener tiempo para mí y dedicarlo a mis necesidades y caprichos.
La ausencia de movimiento hace los problemas más visibles.
Ver mis problemas plantea soluciones y métodos para ponerlos en práctica.

Resetear significa volver a caminar, aplicando las soluciones para mis problemas.

Stop & Reset

Alineando la barca

Realmente me está costando poco retomar mi vida, y darme cuenta de lo que tengo, de lo que soy. Supongo que en el fondo es algo que tengo tan interiorizado que no hay que ahondar mucho para dar con la conclusión.

Me siento bien, me siento a gusto conmigo mismo. Sé lo que he de suprimir en mi vida para sentirme mejor, y lo que echo en falta: mis amigos perdidos. Son ellos los que me equilibran, en todos los sentidos y me hacen recobrar la conciencia, obligándome a desdramatizar y a seguir disfrutando de la vida.

Hoy es uno de esos días en los que me siento afortunado en la vida. ¿Qué me falta para ser feliz? Realmente poco, porque sonrío a cada día y disfruto del momento. Las cosas van bien después de un pequeño bajón.

Esta vez quiero seguir analizando la ecuación, encontrando el diferencial que me sume en la tristeza, la corriente marina que cambia el rumbo de mi barca centrada. Quizás, cuando la identifique, logre dominarla y anular su efecto. Veremos en qué desemboca todo esto...

miércoles, 28 de octubre de 2009

Cuesta frenar...

... Pero se consigue. Detener el caos de vida que tengo y organizarlo un poco es un trabajo que tenía que haber hecho hace tiempo. Pararme a escuchar lo que mi cuerpo y mi mente me piden para responder a las verdaderas necesidades de mi ser.

Ahora voy sabiendo exactamente qué me falta, y qué es lo que no debo cambiar. El tiempo y el sentido común van colocando las cosas en su sitio, para encontrar de nuevo el equilibrio.

La vida es como una balsa que hay que alinear en medio del lago, de forma que puedas ver la costa desde todos los puntos cardinales. Se trata de encontrar la medida justa, pero sobre todo, de entender por qué está en ese punto determinado del lago.

Ahora mismo estoy descentrado de mi equilibrio, pero sé hacia dónde tengo que remar para encontrarlo. La experiencia nos va dando clases de canoa, y siento que cada vez maniobro mejor.La vida no es una ciencia exacta, pero tengo suerte de que la intuición no me falla...

domingo, 25 de octubre de 2009

Hearing the voice inside...


Mi vida es un caos desorganizado, igual que su dueño. Durante las últimas semanas he vivido al límite de mis fuerzas: Disfrutaba del día durante la noche, mientras las tardes las aprovechaba para descansar. Los distintos planes que iba acordando durante los días de la semana eran los eslabones que iban atando mi agenda, asfixiando hasta el último segundo sin saber muy bien porqué. Corriendo hacia adelante, tal y como ha sido mi filosofía durante los últimos años...

Finalmente mi cuerpo dijo "basta", y el pequeño virus del sentido común decidió estallar en forma de faringoamigdalitis aguda. Cuatro días de reposo y una baraja de planes directa a la pila de descartes. Cuatro días de reclusión y de obligada reflexión. Han pasado tres y medio y, como es habitual, la tarea para la última media hora antes de ir a dormir.

¿Por qué esa ansia de ocupar tanto mis días, mis horas? ¿Por qué este ritmo de actividad frenética si casi no da tiempo ni de disfrutar?... ¿Por qué estos 4 días me he sentido tan solo...?

Las respuestas, una vez el agua deja de estar turbia, salen a flote por sí solas. Descubrí una vez más, que la soledad y yo no somos compatibles: Me consume por dentro y me hace sentir incómodo y mal... y ello se debe a que todavía no he aprendido a convivir conmigo mismo, a escucharme y ver cuáles son mis necesidades, como si tuviera miedo de lo que *la voz dentro de mí* fuera a decir...

Correr hacia adelante es más fácil que comprobar si los vientos han cambiado y es necesario virar el rumbo... y como siempre, no me tomo el tiempo suficiente para analizar las cosas...

Parte del equilibrio en la vida, si no la mayor parte de él, se basa en estar en sintonía con uno mismo, no sólo con aquello que te rodea. Creo que me falta esa parte, y es lo que empezaré a trabajar a partir de ahora. Tampoco creo que haga falta un cambio radical en mí mismo, pero creo que a la larga notaré el cambio...