miércoles, 28 de octubre de 2009

Cuesta frenar...

... Pero se consigue. Detener el caos de vida que tengo y organizarlo un poco es un trabajo que tenía que haber hecho hace tiempo. Pararme a escuchar lo que mi cuerpo y mi mente me piden para responder a las verdaderas necesidades de mi ser.

Ahora voy sabiendo exactamente qué me falta, y qué es lo que no debo cambiar. El tiempo y el sentido común van colocando las cosas en su sitio, para encontrar de nuevo el equilibrio.

La vida es como una balsa que hay que alinear en medio del lago, de forma que puedas ver la costa desde todos los puntos cardinales. Se trata de encontrar la medida justa, pero sobre todo, de entender por qué está en ese punto determinado del lago.

Ahora mismo estoy descentrado de mi equilibrio, pero sé hacia dónde tengo que remar para encontrarlo. La experiencia nos va dando clases de canoa, y siento que cada vez maniobro mejor.La vida no es una ciencia exacta, pero tengo suerte de que la intuición no me falla...

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