No sé muy bien qué es lo que pasó, pero hace unos días mis defensas cayeron y te dejé pasar. ¿Qué es lo que falló? ¿Qué haces a mi lado de la muralla cuando hace años que te desterré? Mi castillo es bien alto, y estaba diseñado para que nunca más volvieras a entrar.
Ya casi noto tu respiración chocando contra mi nuca, y miles de deseos no profesados se susurran en mis oídos. Algo dentro de mí se ha dejado llevar, y un terremoto mi castillo hizo vibrar... Entonces es cuando te miro... y lo entendí...
El pasado es como un tsunami. Una ola gigante que viene y va. Durante mucho tiempo alejada, y hoy de repente rompiendo sobre mi vida de nuevo. Hay que ser fuerte para cerrar las murallas. Hay que tener las cosas claras para que el olor a sal no invada mi dormitorio de nuevo. Y hay que ser todavía más fuerte para abrir las puertas de par en par.
Hasta ahora pasaba mis días encerrado en mi torre, admirando el cielo e intentando alcanzar las estrellas en el horizonte. Es hora de bajar y enfrentar la realidad. Ser valiente para subirme a la cresta de la ola... o cerrar definitivamente el pestillo al pasado.
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