jueves, 7 de julio de 2011

Son mis amigos...

Pasarán los años y las mismas tonterías seguirán entre nosotros. La misma complicidad de cuando éramos niños. Las experiencias que nos unen de cuando empezamos a crecer, a salir juntos de fiesta y a pelearnos día sí y día también. Cada uno, con sus defectos y sus virtudes, han forjado lo que somos hoy. Visiones radicales cristalizadas en un mismo corazón.

Un grupo de personas que han conocido los mejores y los peores momentos, las borracheras, los llantos, las risas... un grupo de amigos, que aunque el círculo casi se termina de cerrar, siempre quedará ahí. Aunque sea casi como un recuerdo de lo que una vez fue, este sentimiento renace en cuanto se cruzan nuestras miradas y la primera tontería sale de la boca de alguno.

La semana que viene todos volveremos a nuestra vida normal. Seguiremos con la rutina persiguiendo los sueños cada uno a nuestra manera, pero nunca podremos renegar de nuestro pasado, de lo que fuimos y de lo que seremos gracias a todos estos años de amistad.

Por eso, sé que un día llegará mi momento especial, y todos y cada uno de ellos estarán ahí para mí, para compartir ese segundo que cambiará mi vida, igual que yo lo he estado en cada uno de ellos...

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