viernes, 24 de octubre de 2008

Mr. Planning strikes again

Mr Planning apunta en su lista tranquilamente las tareas pendientes de hoy. Su check list aumenta, pero él no se estresa porque todo permanece bajo su control. La adrenalina de la tensión por las cosas que hacer. Pero a mayor riesgo, mayor satisfacción. Sabía todo lo que le rodeaba y conocía los pros y los contras, los problemas y situaciones. Todo estaba bajo su control.

El problema es cuando Mr Planning intenta controlar el resto de variables de su vida, cuando tiempo atrás cedió parte de su control al mundo. Ahora todo se ha convertido en la comedia de lo absurdo ¿Qué hacer cuando el amo del control no puede controlar? Su destino, que una vez decidió delegar, ya no le pertenece. El corazón se atormente mientras las cuerdas que le atan se tiñen de rojo.

Cuando el controlador se siente controlado intenta zafarse, presa del agobio y la claustrofobia, pero sólo es capaz de topar con paredes que no ve. Se siente como ratón ciego en un laberinto, donde todos menos él son capaces de ver adónde va a ir, salvo él. Sus pulmones se cierran de la asfixia, sus ojos se oscurecen, y su garganta dejó de emitir sonido alguno. La titiritero es manejado por otras cuerdas. "No debería ser así... no es así como lo había planeado" intentaba balbucear. Con lágrimas en sus ojos, implora a la cruceta de madera que dirige sus pasos un poco de comprensión, un poco de libertad.

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