Llegó el verano, el calor, los días de playa y las noches de terrazas, y no es otro sino San Juan quien anuncia este acontecimiento El fuego de las hogueras alcanza el cielo esta noche tan especial, que se dice la noche más corta del año, la noche en que el bien vence al mal. Muchos cuentan que es una velada cargada de magia y misterio donde los malos augurios pueden desaparecer en las cenizas, quemados por el calor de las fogatas.
Para algunos, una excusa más para salir y emborracharse en la playa, preámbulo a muchas fiestas playeras que se sucederán a lo largo de la estación estival. Para otros, es una noche cargada de significados y un momento especial para los buenos propósitos y empezar de nuevo.
Yo siempre he sido de los del primer grupo, pero este año me gustaría tirar algunas cosas a la hoguera, para eliminarlas de mi vida y quedarme con lo bueno. En primer lugar, quiero tirar los apuntes, y despedirme por fin de la carrera, que ya va siendo hora!
Me gustaría tirar al fuego de San Juan las dudas que se esconden tras mi sombra cuando menos me lo espero... Quiero quemar los miedos que atan mi garganta y me impiden hablar y explicar lo que siento. También quiero, aunque sólo sea intentar chamuscar un poquito la pereza que me invade día a día: mi maravilloso pecado capital. Poco a poco hay que dejar la vagancia a un lado y dedicarse a algo más productivo.
Ya tirado a la hoguera todo ese bagaje del que me quería deshacer. Es el momento de una promesa. De susurrar a las lenguas de fuego que bailan en la playa un deseo que quiero cumplir… Pero eso… me lo guardo para mí.
Y ahora sí… Que continúe la fiesta de las Hogueras de San Juan!!
Para algunos, una excusa más para salir y emborracharse en la playa, preámbulo a muchas fiestas playeras que se sucederán a lo largo de la estación estival. Para otros, es una noche cargada de significados y un momento especial para los buenos propósitos y empezar de nuevo.
Yo siempre he sido de los del primer grupo, pero este año me gustaría tirar algunas cosas a la hoguera, para eliminarlas de mi vida y quedarme con lo bueno. En primer lugar, quiero tirar los apuntes, y despedirme por fin de la carrera, que ya va siendo hora!
Me gustaría tirar al fuego de San Juan las dudas que se esconden tras mi sombra cuando menos me lo espero... Quiero quemar los miedos que atan mi garganta y me impiden hablar y explicar lo que siento. También quiero, aunque sólo sea intentar chamuscar un poquito la pereza que me invade día a día: mi maravilloso pecado capital. Poco a poco hay que dejar la vagancia a un lado y dedicarse a algo más productivo.
Ya tirado a la hoguera todo ese bagaje del que me quería deshacer. Es el momento de una promesa. De susurrar a las lenguas de fuego que bailan en la playa un deseo que quiero cumplir… Pero eso… me lo guardo para mí.
Y ahora sí… Que continúe la fiesta de las Hogueras de San Juan!!
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