Muchas noches no puedo dormir… no soy capaz de cerrar los ojos y no pensar… la noche siempre me ha jugado malas pasadas, manteniéndome en vigilia hasta que, cansado de luchar, me sumerjo en los más profundos sueños… Cierro los ojos y, en mi mente, veo cosas que los demás no ven, siento cosas que el resto no ha llegado nunca a imaginar. Se trata de un mundo donde todo se convierte en realidad de la forma más fantástica, un lugar en el que mis miedos cobran vida del modo más oscuro. Un mundo nuevo donde nadie sino yo ha estado, pero deseo meter en este Edén a alguien especial, que fuese mi Eva y yo su Adán, que combatiese conmigo mis miedos, que disfrutase a mi lado de mis sueños… A ti, que no puedes escucharme, quiero contarte qué pasa por mi mente, sólo cierra los ojos un momento…
No imagines un lugar ideal donde sólo hay naturaleza y vergel, ni tampoco una corriente de agua cristalina que brotan salvajemente de la montaña. Mi mundo es muy parecido a este en el que vivimos. Abre los ojos y mira a tu alrededor… estás en el mismo mundo que está en mi cabeza: veo las mismas calles que estás viendo tú, los mismos edificios llenos de personas ocupadas, los colegios llenos de niños… sólo que aquellos que viven en este mundo son meras caricaturas de gente de verdad, simples esbozos trazados con el carboncillo de mi mente, como garabatos hechos por un preescolar… y en medio de ese mundo tan anodino, brillando con luz propia, está al que yo llamo el ser más puro de la Tierra… un ángel de alas blancas, el corazón del Mundo.
El ser más puro de la Tierra…es bueno y lleno de luz, esencia en sí mismo…, pero está solo. Solo en un mundo de sombras donde todos están tan ciegos, tristes esbozos de seres a los que tanta luz les molesta... Ellos, acostumbrados a vivir en penumbra, quieren ahogar ese brillo cegador que no comprenden, quieren apagarla y seguir en esa oscuridad en la que viven, ese mundo de umbría en el que siguen viviendo… pero la luz del Mundo lucha por seguir llameando y no se apagará por más que lo intenten… Como un faro que guía la luz de los barcos, ese ser de pureza incomparable a aquel que le comprenda, ese capaz de conmoverse por su luz y que no intente eclipsarla para siempre, una persona que se deje abrazar por sus alas ambos se protejan de todos los males del mundo.
Te recuerdo que tienes los ojos abiertos… aquello que te cuento es lo que yo veo día a día, lo que siento a cada hora en este mundo en el que intentamos sobrevivir, esta realidad que me mata lentamente. A ti, que tampoco puedes verme, te pido que observes en mi interior. Tú que no me oyes, quizás sepas escuchar la llamada de mi alma que sangra… No te preocupes si no eres tú, no tu es culpa no ser aquel al que yo busco. Sé que el camino es largo y tortuoso… pero nadie apagará mi llama, la ilusión que no me deja dormir por las noches… Encontrarle a él… El ser más puro de la Tierra.
No imagines un lugar ideal donde sólo hay naturaleza y vergel, ni tampoco una corriente de agua cristalina que brotan salvajemente de la montaña. Mi mundo es muy parecido a este en el que vivimos. Abre los ojos y mira a tu alrededor… estás en el mismo mundo que está en mi cabeza: veo las mismas calles que estás viendo tú, los mismos edificios llenos de personas ocupadas, los colegios llenos de niños… sólo que aquellos que viven en este mundo son meras caricaturas de gente de verdad, simples esbozos trazados con el carboncillo de mi mente, como garabatos hechos por un preescolar… y en medio de ese mundo tan anodino, brillando con luz propia, está al que yo llamo el ser más puro de la Tierra… un ángel de alas blancas, el corazón del Mundo.
El ser más puro de la Tierra…es bueno y lleno de luz, esencia en sí mismo…, pero está solo. Solo en un mundo de sombras donde todos están tan ciegos, tristes esbozos de seres a los que tanta luz les molesta... Ellos, acostumbrados a vivir en penumbra, quieren ahogar ese brillo cegador que no comprenden, quieren apagarla y seguir en esa oscuridad en la que viven, ese mundo de umbría en el que siguen viviendo… pero la luz del Mundo lucha por seguir llameando y no se apagará por más que lo intenten… Como un faro que guía la luz de los barcos, ese ser de pureza incomparable a aquel que le comprenda, ese capaz de conmoverse por su luz y que no intente eclipsarla para siempre, una persona que se deje abrazar por sus alas ambos se protejan de todos los males del mundo.
Te recuerdo que tienes los ojos abiertos… aquello que te cuento es lo que yo veo día a día, lo que siento a cada hora en este mundo en el que intentamos sobrevivir, esta realidad que me mata lentamente. A ti, que tampoco puedes verme, te pido que observes en mi interior. Tú que no me oyes, quizás sepas escuchar la llamada de mi alma que sangra… No te preocupes si no eres tú, no tu es culpa no ser aquel al que yo busco. Sé que el camino es largo y tortuoso… pero nadie apagará mi llama, la ilusión que no me deja dormir por las noches… Encontrarle a él… El ser más puro de la Tierra.
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