jueves, 17 de marzo de 2016

A la dulce luz de los móviles

Qué día tan especial es el de hoy. Es la cena de nuestro aniversario. No puedo evitar comentarlo con mis amigos por Whatsapp. "Qué nervios, qué emoción" mientras decoro con emoticonos el final de cada frase. Hoy vamos a un restaurante de postín. Venimos tan poco aquí que es necesario subir la foto de la fachada en Facebook y etiquetarnos. Después de todo, "si no lo compartes es como si no hubiera pasado".

Mientras esperamos a que nos atiendan miro el correo en mi móvil, no sea que alguien del trabajo me haya escrito durante las últimas horas. Una vez sentados y hablando de cosas banales llegan los platos. ¡Qué bien presentados! Necesito sacar una foto a estos platos para subirlos a Instagram. Y ya que tengo el móvil en la mano aprovecharé a ver cuántos likes lleva la foto en la que nos hemos etiquetado.

La comida transcurre con normalidad, disfrutamos de nuestras conversaciones amenizada por el sonido delas notificaciones del móvil. En ese momento en que la conversación decae un poco aprovecho para mirar qué ocurre en mi pequeño mundo virtual. Él decide ir al baño, y apenas se ha levantado y mi mano ha volado literalmente al bolsillo para compartir con mis amigos al otro lado del teléfono los pormenores de la cena.

Es el momento del postre y obviamente nos tenemos que sacar una foto, así que le pedimos al camarero que inmortalice este momento. Una vez hemos pagado llamo a un Hailo para que nos recoja. "Ha sido un día maravilloso y especial. Te quiero". Este mensaje seguro que conseguirá muchos likes. Mientras le doy a publicar me quedo dormido con una sonrisa en la boca.

No hay comentarios: