Carta al pasado

Aunque nunca leas esto, quiero dedicarte unas líneas de este solitario blog...

Han pasado muchos años ya desde la última vez que hablamos... Aquel día en la facultad. Hacía tiempo que no pensaba ti y que sería de tu vida, hasta que vi a las chicas hace unos meses y les pregunté por ti.

Me enteré que te mudaste a Madrid y terminaste la carrera, que vivías con Edu y tenías novia, que habías ido a Nueva York y que fue una experiencia única. Dicen que no ejerces de abogado y que trabajas en Zara, pero que eres feliz. Me alegro mucho por ti.

Siempre fuiste auténtico, fuiste tú sin importar el qué dirán. Eras un pasota, independiente. Como un gato. Inteligente, pero sólo de los que se esfuerzan cuando de verdad les apetece. Creo que bebí demasado de tu compañía, porque en el fondo siempre quise ser como tú. En aquellos tiempos de colegio, tú eras tan distinto a los demás, y aunque eras de los "kinkillos", nunca tuviste nada que ver con ellos. En realidad, tú no encajabas con ellos, ni con los otros... siempre fuiste como de otro mundo.

Sé que para ti sólo soy Neivin (fuiste tú quien me llamó así por primera vez), el que se sentaba al lado tuya y pasábamos buenos tiempos con Ire, Tamara y Carol, pero para mi fuiste mucho más que un simple compañero de pupitre. Siempre fuiste mi ejemplo a seguir, incluso sin llegarte a conocer del todo, sabía que quería llegar a ser como tú. Una inspiración desde el desconocimento, quizás fue una especie de amor platónico que despertaba en mí. Nunca lo supe con seguridad. Me ayudaste tanto... fuiste el primero que me habló con franqueza mientras el resto se limitaba a reírse por lo bajo, el que me contaba cosas de su vida y me mostraba una cara del mundo que no conocía.

El tuenti me ha chivado que es tu cumpleaños el día 3. Aries, como yo. Me gustaría felicitarte, hablar contigo y retomar el contacto, pero me da vergüenza de asomarme por tu mundo. Después de todo, sigo siendo ese niño de 17 años que conociste y caminaba conmigo de vuelta a casa después de estudiar. Lleno de granos como de complejos y con vergüenza hasta para estornudar. Veo tus fotos y pienso en que me gustaría verte un día para tomar un café, encontrarnos todos y contarte las novedades de mi vida (aunque seguro que Ire y Tamara ya te habrán contado...), reírnos y conectar.

En fin, quería desearte por adelantado un Feliz Cumpleaños. Espero que la vida te trate muy bien y cuide de ti. Te regalo mi gratitud, por todo lo que hiciste por mí sin ni siquiera darte cuenta, por enseñarme a ver el mundo con tus ojos y morder la vida con esos colmillos.

Felicidades Óscar!