Siempre me he considerado ateo. Desde que una vez decidí sentarme a pensar acerca del mundo que me rodea, siempre lo he tenido claro... Sólo que...
Una vez vi un milagro.. Una estatua bebiendo leche enfrente de mis ojos. Una estatua sin truco, normal y corriente, sin explicación lógica alguna, salvo que el Salvador se supone que había llegado. Miles de imágenes en internet justifican mi versión... y esto es lo que hacía que no dejase de creer del todo...
Durante este tiempo, cuanto más sufría y más confundido estaba, más juntaba mis manos pidiendo ayuda más allá. De cara a una estatua, símbolo o foto, de mi garganta salían ritos que antaño había guardado en mi memoria. ¿Qué significa eso? ¿Qué lógica tiene que una persona que se considere ateo se ponga a rezar? Así que tan grande era mi desesperación, que ni yo mismo era capaz de entender.
Quizás nunca dejé de creer, o tal vez no soy capaz de tomar una decisión al respecto. Pensé que lo tenía más claro.
Cuando más tiempo pasa, más me doy cuenta de que mi vida está cogida con pinzas, y con que el viento sople un poco fuerte... se la acabará llevando para no volver jamás.
viernes, 6 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario